Impermeabilización a través de los tiempos: desde las antiguas pirámides hasta las técnicas modernas
Por Rockford Boyer, B. Arq. Sc., MBSc, BSS
El agua es la fuente que da forma al medio ambiente, conecta todos los seres vivos y es fundamental para todas las formas de vida. Sin embargo, a pesar de su importancia fundamental, el agua representa una amenaza importante para la resistencia y durabilidad a largo plazo de los edificios. Su infiltración, ya sea en forma de agua o vapor, puede tener efectos perjudiciales.
Tradicionalmente, los mecanismos de secado eran esenciales para abordar la humedad dentro del sistema de cerramiento. Al controlar la humedad bajo tierra, la única solución es evitar por completo su entrada al sistema de cimientos. El ingreso de humedad puede causar diversas funciones dañinas que degradan el sistema de cimientos, incluida la corrosión del refuerzo, daños por congelación y descongelación y ataques químicos. Para garantizar la longevidad, el funcionamiento, la comodidad de los ocupantes, el mantenimiento y la sostenibilidad de un edificio, es necesario utilizar materiales impermeabilizantes de alta calidad y alto rendimiento. Este artículo explora la historia de los materiales y las estrategias de impermeabilización a lo largo del tiempo. También explora un material impermeabilizante muy avanzado y uno de los más duraderos del mercado actual: la poliurea.
Una breve historia
Los orígenes de la impermeabilización y la gestión de la humedad se remontan a hace más de 13.000 años. En el mundo antiguo, la demanda de impermeabilización especializada era notablemente alta, dado su papel crucial en diversos ámbitos como la agricultura, la construcción y el transporte. Esto propició el surgimiento del “oficio de impermeabilización” como una de las profesiones más imprescindibles y demandadas, por detrás de la albañilería y la carpintería.
Comprender los orígenes y la historia de la impermeabilización proporciona a los diseñadores, arquitectos, constructores y propietarios información y datos históricos reales sobre cómo grupos anteriores desarrollaron y aplicaron soluciones de impermeabilización para su región y período geológico específicos. Los registros históricos, los edificios y las reliquias pueden proporcionar valiosos datos de rendimiento, incluidos datos de incumplimiento, que potencialmente pueden aumentar la tasa de éxito de futuras aplicaciones y materiales de impermeabilización. Los ejemplos anteriores de rendimiento de impermeabilización, educación y material utilizado en última instancia elevarán el conocimiento del diseñador sobre qué soluciones tienen el mayor potencial de éxito. Los fabricantes enfrentan escenarios como este todos los días cuando se lanza un nuevo producto al mercado, los diseñadores a menudo preguntan "¿cómo se compara esto con un producto competitivo que ha estado en el mercado durante 10 años?" Aquellos en el Paleolítico no tuvieron la oportunidad, como la tienen los profesionales de la industria actual, de tener miles de años de experiencia en impermeabilización.
Durante el Paleolítico, la humanidad estaba pasando a una fase de “residencia permanente”, en lugar de una fase de cazadores-recolectores nómadas, y se necesitaba una solución de protección contra la humedad para sus excedentes agrícolas. La paja y la arcilla se utilizaban como soluciones típicas para los excedentes de cereales; sin embargo, se desarrollaron vasijas de cerámica y betún para ayudar en el transporte de agua y líquidos. La emulsión bituminosa en la parte inferior de los barcos permitió la pesca, el transporte y exploraciones terrestres y marítimas más largas. Estos desarrollos y avances en la tecnología de impermeabilización ayudaron en la progresión del hombre primitivo y su transición para convertirse en residente permanente.
En el antiguo Egipto, se utilizaba emulsión bituminosa y fibras de caña secas para impermeabilizar los cimientos profundos de los grandes templos y pirámides. Las excavaciones arqueológicas han demostrado la eficacia de la impermeabilización antigua, ya que los espacios interiores de las pirámides permanecían secos, incluso durante las inundaciones anuales del río Nilo. Durante la época romana, las técnicas de impermeabilización se basaban en estructuras y cimientos de hormigón y mampostería resistente. Los ingenieros romanos incorporaron ceniza volcánica, agua de mar y cal a su mezcla de concreto para crear una reacción "puzolánica" que mejoró la durabilidad del concreto y su resistencia al agua.
Por Rockford Boyer, B. Arq. Sc., MBSc, BSSUna breve historia